Haciendas y Casas
Rurales
Durante más de 300
años se construyeron en Jalisco majestuosas haciendas y casas rurales que han
sido escenario de importantes sucesos; presenciaron la independencia y son
parte de nuestra historia. Unas se asientan sobre las plácidas y alegres
planicies, otras se enclavan en las imponentes y deslumbrantes sierras, pero
todas y cada una de ellas, guardan secretos, misterios y leyendas. Abrir
nuestros sentidos; mirar, oler, y sentir lo que aquella época fue y que por
unos mágicos momentos puede seguir siendo con un poco de imaginación, en el
verdadero escenario donde todo sucedió, con la misma tierra, el mismo cielo, la
misma cocina y los mismos encantos. Refugios de historia y tradiciones; joyas
arquitectónicas con influencia francesa, clásica, barroca, o churriguerescas
que con arraigada identidad propia enaltecen su hermosura y se distinguen en el
paisaje. Visitarlas es lo más grato de esta tierra jalisciense única en el
mundo por el color de su gente .
La explotación de los
pobres campesinos por los hacendados provocaba el malestar y la indignación de
los peones que imponentes sufrían con resignación, humillaciones y despojos
como una cosa normal en su vida de miseria. Nadie dejaba las haciendas temporal
o definitivamente si el permiso expreso de los señorones. Incluso, la
asistencia a misa los domingos en el pueblo de Degollado contaba necesariamente
con la venia. La jornada de trabajo era de sol a sol y en los días de labores
urgentes se prolongaba desde las 5 de la mañana a las 8 de la noche, vigilados
siempre por los mayordomos o el mismo hacendado. Los hacendados llenaban
anualmente hasta los topes sus enormes trojes con las cosechas de sus grandes
extensiones que cultivaban sus peones, mientras éstos apenas llenaban sus
estómagos a medias con lo indispensable,. Los hacendados hacían respetar
estricta y minuciosamente el orden y la propiedad privada como una cosa
sagrada. Las personas estaban al servicio condicional por la buena o por la
mala. La más leve falta al orden o al respeto a la propiedad era castigada
severísimamente con prisión, torturas o la muerte. Contaban con prisiones
propias, con sistemas de tortura rudimentaria pero efectiva. Ese respeto a los
bienes llegaba a tal grado que con frecuencia y como demostración, dejaban
cualquier objeto, una cobija, un apero, etc.; en las labores o a la vera del
camino, y allí permanecían indefinidamente hasta que se avisaba al patrón y con
su permiso expreso se podía recoger la prenda. Si alguien se llevaba aquel
objeto aparentemente olvidado o atravesaba las tierras sin permiso no salía con
vida. En el templo les reservaban lugar especial y exclusivo que nadie ocupaba
en ningún caso. Cuando algún sacerdote intentaba cambios en estos privilegios
era removido en corto tiempo. Se menciona un caso específico del comportamiento
de los hacendados hacia sus peones, se cuenta que cierta ocasión en este
municipio uno de los ordeñadores se le ocurrió beberse un poco de leche cuando
estaba ordeñando. Los peones y sus familiares nunca debían tomar ni carne, ni
leche, ni huevos. Muy rara vez se daban ese lujo. Pues bien, el patrón se
enteró de la “falta” por el ordeñador lo llamó y le preguntó: ¡te tomaste leche
sin mi permiso! , el ordeñador le contesto: - Fueron unos cuantos tragos. El
hacendado mando que hirvieran un perol de leche y cuando estuvo lo más caliente
posible le dijo al infeliz trabajador: ¡Mira te prepare un poco de leche que
tanto te gusta! Contestándole el peón: Perdóneme patrón, le prometo que nunca
se repetirá.
– Estas Perdonado y no
lo repetirás.
De inmediato el mismo patrón lo amarro, tomo el
cubo de leche hirviendo e hizo que se lo bebiera, a los pocos días moría aquel
infeliz infractor en media de atroces tormentos.
2 comments:
Una historia de verdadera valentia de los habitantes de Degollado durante la invasion de Ines Chavez. Es impresionante el espiritu de los habitantes de defender su dignidad y su pueblo querido. Como desendiente de Degollado (Familia Basilio Lopez y Juana Aguirre) me enorgullece saber el gran corazon que late en el cuerpo y el espiritu de los Degolladenses.
Así es.eres de los originales degolladenses
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